cuando lleguemos a 10000, armamos una joda! (1000 los hacemos en 10 días)

lunes, 31 de diciembre de 2012

Chau 2012!

Esta vez despedimos el año en la querida Villa Lamparita, donde pasamos un día bárbaro, gracias a la increíble hospitalidad de los Gilardoni Bonello.

Nuevamente dejamos para alguna otra ocasión (que muy probablemente no se presentará nunca) alguna opción macrobiótica, vegana u ovolactovegetariana.


Toni nos dio otra de sus clases de cocina, esta vez, a las brasas. Había un pollo muerto, partes del cuerpo de un cerdo (estrella total de la comida, el pechito premium), vacío, chori y morci.
Todo muy lindo esto del asado, pero para mí, daba demasiado macho, así que colaboré con unas brochettes de hígado y corazón de chancho, con lo cual le dí un matiz al menos metrosexual.


Finalmente, después de varios intentos anteriores, tuvimos la suerte de poder aderezar estos manjares con el legendario chimichurri afrodisíaco de Vicky.


Mas tarde, Vicky inició un ritual de agradecimiento a Pachamama, consistente en derramar algo de alcohol para la Madre Tierra. Si sigue trayendo estos chimis, la perdonamos, a esta edad, toda ayuda es bienvenida.


Cuando estábamos comiendo, se nos acercó un simpático nuevo amigo, el Toto.


El Toto se metió bajo nuestra mesa y resultó que aunque todos creíamos que era un perro, aparentemente era una especie de Gremlin al que Omar nos recomendó no alimentar de ninguna manera. Por supuesto que lo primero que hicimos fue tirarle huesos, después de lo cual el Toto comenzó a interpretar los naturales movimientos de nuestros pies (aumentados por la alegría y la alcoholemia) como intentos de arrebatarle su comida y en consecuencia, comenzó a tirar tarascones a diestra y siniestra, uno de los cuales alcanzó una extremidad inferior de Susana, la mamá de Omar.
Afortunadamente, yo siempre llevo mi verijero para casos como este, aunque no hizo falta usarlo.

En un momento, sentimos un crujido sobre nuestras cabezas: una rama amenazaba con desparramarnos todas las botellas. Eso sí que no, eh!


Sorteado el peligro, despedimos un año más lleno de momentos vividos juntos, cuyos recuerdos siempre nos acompañan.


En un momento entraron unos mensajes de Pita para decirnos que estaba allí con nosotros. Aunque era algo que sabíamos, igual fue lindo escucharlo.

Estando allá, cada tanto me venían imágenes de cuando hicimos la despedida de Pita y Jorgito, hace ya tanto tiempo y pensaba qué bien nos sale esto de juntarnos para pasarla bien. Ojo, que no es tan fácil eh! Yo creo que nos ganamos el derecho de sentirnos un poquito sabios.

Mas tarde, ya en casa, seguimos a los mensajes con Pita, les dejo acá su su frase de despedida:
"Es tan bueno saber que están!"


3 comentarios:

  1. Que buen relato!, como siempre una síntesis perfecta de los buenos momentos que me permiten compartir entre estos increbles integrantes de Gados. Este año cargado de tristeza para mi y de momentos duros me hizo resignificar la importancia de los pequeños momentos, de la riqueza de un mate o un vinito compartida con la gente linda que la vida me regalo. Por ello me atrevo a espiar ese espacio que es de ustedes y utilizarlo para decirles que me siento feliz de ser integrante adjunta del grupo Gados.
    Feliz año para todos. Besos, abrazo
    Sandra Musca Bongue

    ResponderEliminar
  2. Gracias Sandra por tus palabras,...es verdad siempre es una alegria compartir los encuentros Gados,ya sea que estemos pasando individualmente buenos o tristes momentos,siempre estaremos alli,para despedir el año,asados(estoy buscando lugares),que de ahora en mas seran con chimichurri,cumpleaños.....ceremonias para la pachamama......
    Que sea un buen año con alegrias y tristezas como son siempre los años pero sabiendo que estamos para encontrarnos!

    ResponderEliminar
  3. Qué lindo leer éstos comentarios!!tan bien hacen!!Siempre lo pasamos bien, es verdad.Y, aunque algunos no puedan venir siempre sentimos que están.Soy tan feliz que sean parte de mi vida♥

    ResponderEliminar

Acá está lo más jugoso!